viernes, 11 de enero de 2013

Clasificado:

Los Bancos Sistémicos en España

Existe una actualización de los bancos sistémicos, es decir, aquellas entidades que, por su tamaño, negocio e interconexiones con el resto del sistema, se consideran susceptibles de provocar una crisis global con su caída. Por eso, se les exigen una serie de medidas para paliar estos riesgos, entre ellas, tener una mayor solvencia.

Estas entidades, además, tienen que tener preparados los llamados “testamentos en vida”, que no son otra cosa que protocolos de actuación para minimizar los daños en caso de tener problemas de solvencia. Al mismo tiempo, las entidades sistémicas tienen prácticamente garantizado el apoyo público para hacer frente a eventuales dificultades.
 
En el listado publicado por el Consejo de Estabilidad se incluye por primera vez a BBVA, que se suma así a Santander como segunda entidad sistémica de España. Ambas entidades están incluidas en la subcategoría de bancos sistémicos con menos riesgos globales, lo que implica que tendrán que tener un punto adicional de core capital. Las exigencias de mayor solvencia aumentan gradualmente en función de los riesgos sistémicos de cada banco, y pueden llegar hasta el 2,5% sobre el 7% que se pedirá a todas las entidades cuando esté plenamente en vigor Basilea III.
 
Se considera Banco Sistémico a una entidad que es demasiado grande para quebrar, o lo que es lo mismo, hay que evitar que quiebren por lo que ello podría suponer para el sistema financiero de todo un país, tal y como, por ejemplo, está sucediendo en España con Bankia, cuyo Gobierno se ha visto obligado a nacionalizarlo (o a rescatarlo) por lo que “pudiera haber pasado”. También es importante para determinar si un banco es sistémico o no la celeridad con la que se pueden remplazar sus servicios en caso de liquidación del mismo.

A nivel global o mundial, a día de hoy existen 29 bancos sistemáticos –en una lista emitida por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB):
  • 17 europeos
  • 8 norteamericanos
  • 3 japoneses
Entre todos ellos, únicamente el Banco de Santander tiene el “honor” de ostentar esta categoría.

Banco Santander es un banco comercial con sede en España y presencia en diez mercados principales. El primer banco de la zona euro y entre los quince mayores del mundo por capitalización bursátil, con más de 50.000 millones de euros al cierre de 2011. Fundado en 1857, gestiona fondos por 1,383 billones de euros de más de 102 millones de clientes, a través de 15.000 oficinas.

BBVA es hoy un grupo global de servicios financieros que ofrece la más completa gama de productos y servicios a  sus clientes –particulares y empresas–. Tiene una sólida posición de liderazgo en el mercado español y una fuerte presencia internacional. El Grupo tiene una sólida posición de liderazgo en el mercado español, donde nació hace más de 150 años. Además, cuenta con una franquicia líder en América del Sur; es la primera entidad financiera de México; uno de los 15 mayores bancos de Estados Unidos por depósitos y uno de los pocos grandes grupos internacionales con presencia en China y Turquía.
En función del sistema financiero al que nos refiramos, en nuestro caso, se puede hablar de tres tipos de bancos sistémicos:

1) Globales, es decir, a nivel mundial, sobre los que el Consejo de Estabilidad Financiera, publica algunas iniciativas, encaminadas a las denominadas G-SIFI (systemically important financial institutions), donde la G hace referencia a “global”, al mismo tiempo que ha actualizado la lista de los bancos (G-SIB, systemically important banks) que se incluyen entre ellas. Como resultado de esta puesta al día, la lista contiene ahora a las dos mayores entidades bancarias españolas.

Tabla FJV 5 nov 2012  GSIB
 

1. Los intervalos son los previstos en el cuadro 3 de http://www.bis.org/publ/bcbs207_es.pdf e implican que el colchón de conservación de capital de Basilea III, y, en su caso, el colchón anticíclico se vean ahora extendidos hacia arriba con la nueva exigencia.


2) Europeos, en estos momentos no existe una lista oficial a este nivel, del que se habla en ocasiones en relación con la unión bancaria, supuesto que no lo haga con todos los bancos, uno de los temas controvertidos que tiene en estos momentos dicha unión, a la espera que la misma se apruebe. En otra dirección, se pude considerar también la lista de entidades que han sido objeto de evaluación por parte de la Autoridad Bancaria Europea en cuanto a su adecuada capitalización bajo escenarios de estrés.

3) Domésticos, para los cuales se dispone actualmente de una guía elaborada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en base a la cual las autoridades supervisoras de cada país deben determinar las que son sistémicas para su sistema financiero. En el caso de España, hasta el momento, no se ha elaborado una lista oficial de estas entidades.
Centrándonos en el primer nivel, dos son las principales exigencias que se plantean a los bancos sistémicos, que podrían tener su equivalente en los otros niveles:
1) Una mayor capacidad de absorción de pérdidas, que se traduce en un impulso hacia arriba de los intervalos del colchón de conservación de capital de Basilea III, incluyendo en su caso, el colchón anticíclico, lo que se traduce en una menor libertad por parte de estos bancos de cara a la distribución externa de sus beneficios y de otros conceptos.
2) Una mayor preparación para el caso de que estas entidades entraran en crisis, para lo cual se les exige planes especiales de recuperación o resolución de la misma, si llega el caso. En nuestro país, esta preparación es obligada para todas las entidades a través de los planes generales de viabilidad, aunque será tanto más sofisticada cuanto así lo sea cada entidad.
Vistas así las cosas podría pensarse que los bancos sistémicos están tratados de una forma desventajosa respecto al resto de sus competidores. Sin embargo, esta visión no deja de ser ingenua. Precisamente porque están sujetos a mayores exigencias y más vigilados por su supervisores, pueden ser considerados más seguros por muchos clientes actuales o potenciales, especialmente desde la perspectiva de los que lo son, o han sido, de entidades que, de una u otra forma, han sufrido directamente la crisis,  como es el caso actualmente de unas cuantas en España.

Esto no quiere decir que las entidades que no sean sistémicas, sean del nivel que sean, no puedan prosperar en el mercado. Puede que les cueste más, pero la competencia no depende sólo del tamaño ni de la seguridad que pueda ofrecer éste. Existen otros factores a considerar y, por otra parte, hemos visto en nuestro país, en los tiempos actuales, pero también en el pasado, como algunas entidades consideradas grandes también han entrado en crisis y las dolorosas consecuencias que esto ha traído consigo. ¡Por eso se las vigila más!

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