La crisis ha cambiado el mapa financiero de España. En 2008 la concentración del mercado en manos de unos pocos jugadores estaba por debajo de la media de la eurozona. Sin embargo, a finales de 2014, “los índices de concentración superan los valores promedio de la banca europea, lo que puede tener implicaciones en función de la intensidad de la competencia”, afirma el catedrático de Análisis Económico Joaquín Maudos en un artículo del último número de Cuadernos de Información Económica, editado por Funcas.
En el artículo se comenta que la intensa reestructuración del sector bancario español “se ha traducido en una reducción en el número de competidores y en un aumento en el grado de concentración del mercado. Desde el comienzo de la crisis en 2008 a septiembre de 2015, el número de entidades de depósito ha caído un 24% (de 286 a 198). En paralelo, la cuota de mercado de las 5 entidades más grandes ha aumentado un 37% (del 42,4% al 58,3%) de 2008 a 2014”.
La concentración no es tanto en España como por provincias: “El aumento de la concentración sobrepasa umbrales que en otros países se consideran preocupantes, alcanzándose en la actualidad niveles elevados que podrían afectar a la intensidad de la competencia y que por tanto conviene vigilar”, dice Maudos. En 21 provincias la concentración ha aumentado hasta situarse en valores “que en EE UU exigen un análisis detallado por implicaciones potenciales sobre el nivel de competencia”, concluye.
En el artículo se dice que "en los años que llevamos trascurridos desde el inicio de la crisis en 2008, el número de entidades de crédito se ha reducido en España un 40%, frente a un 17% en la eurozona", lo que le convierte en es el segundo país de la eurozona con mayor caído, "solo por detrás de Chipre y casi similar a Grecia. En las grandes economías europeas también ha caído el número de bancos, pero con intensidades bien distintas: 36% en Francia, 20% en Italia y 11% en Alemania".
Iñigo de Barrón
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