El Banco de España de Inversiones Salamanca y Soria (CEISS), que se incorporó al Grupo Unicaja el 28 de marzo de 2014, ha comunicado a los sindicatos de la entidad la necesidad de constituir una mesa de negociación para el inicio de un proceso de reestructuración laboral.
Banco Ceiss señaló ayer a través de una nota de prensa que la reestructuración laboral que comenzará a negociarse la próxima semana se debe a la «reciente integración informática y operativa entre las antiguas Caja España y Caja Duero, y la apuesta por un modelo de negocio con mayor presencia de canales digitales», que permiten reducir costes. Un procedimiento que se enmarca en el «requerimiento de la Comisión Europea» dentro del plan de reestructuración para 2016, que establece «focalizar la red de oficinas en sus territorios de origen (Castilla y León, Madrid y Cáceres), venta ordenada de las participaciones empresariales y reducción de plantilla. Todo ello para «alcanzar la senda de la rentabilidad sostenible».
Ya en 2013, la entidad alcanzó un acuerdo con UGT y CSICA, que tienen el 71% de la representación sindical, un ERE de 1.230 empleados, frente a los 1.502 planteados de forma inicial. Pero se esperaba que salieran otros 400 empleados durante los próximos años."Banco CEISS tiene previsto completar los requerimientos impuestos por la Comisión Europea dentro de su plan de reestructuración para 2016, que incluían, entre otros, los siguientes aspectos: focalización de la red de oficinas en sus territorios de origen (Castilla y León, Madrid y Cáceres), venta ordenada de participaciones empresariales y reducción de plantilla", señalan en el banco.
La red de oficinas estaba compuesta a finales de 2014 por 565 sucursales y su plantilla estaba integrada a esa fecha por 3.356 profesionales.
Banco Ceiss cerró el ejercicio de 2015 con unas pérdidas de 10,7 millones de euros, frente a los 124 millones de pérdidas que registró en 2014.
Por su parte el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de León, José Antonio Diez, mostró ayer su preopuación por el «desmantelamiento» que lleva a cabo la entidad en León, «cuyas consecuencias pueden ser funestas para una entidad que después de haber invertido tanto en León esá a punto de desaparecer».
Calificó de «dramático» el futuro de una entidad que «de 5.000 empleos que llegó a tener pasó a 3.000, y si lo que se apunta se convierte en realidad acabaría bajando de los 1.000 empleos». Diez considera que lo que ocurre a Ceiss «es un síntoma de cómo está la provincia, con sucesos que imposibilitan un futuro».
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