Banco CEISS, controlado por el Grupo Unicaja Banco desde marzo de 2014, se le agota el tiempo para cumplir con las exigencias impuestas por Bruselas y, por este motivo, ha iniciado un proceso de reestructuración para adelgazar la plantilla y cerrar oficinas.
Acaba de terminar la primera reunión entre la entidad y los sindicatos y se ha presentado un plan para despedir hasta 1.120 empleados, según fuentes implicadas en el proceso. Esto supone casi un tercio del total de la plantilla.
Según aseguran fuentes cercanas a la entidad, el objetivo es equilibrar ya el balance y volver a beneficios este año. Banco CEISS cerró 2015 con unas pérdidas después de impuestos de 10,7 millones de euros, lo que supone una fuerte reducción del 90% frente a los 108 millones del ejercicio precedente. En 2012, éstas superaban los 2.500 millones.
Esta medida es consecuencia tanto de los requerimientos de la Comisión Europea como del contexto económico en el que se encuentra el sector financiero, que hacen necesarias medidas adicionales de eficiencia.
En los últimos años, Banco Ceiss ha recibido 1.129 millones de dinero público. De ellos, 525 millones los aportó el Fondo de Reestructuración Bancaria (Frob) en 2010, que se dan por perdidos. El resto llegó en 2013 en forma de bonos convertibles contingentes (CoCos). Además, Unicaja recibió garantías por hasta 402 millones para quedarse Ceiss.
A cambio, además de la focalización de la red de oficinas en sus territorios de origen (Castilla y León, Madrid y Cáceres), el plan de reordenación le exigía la venta ordenada de participadas y reducción de plantilla. En este sentido, la entidad alcanzó en 2013 un acuerdo con UGT y CSICA, que tienen el 71% de la representación sindical, para un ERE de 1.230 empleados. Y durante los dos últimos ejercicios ha aplicado un ERTE que afectó a 500 empleados más.
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