lunes, 9 de julio de 2012

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Carta a la Caja de Navarra-Banca Cívica.

 

Estimada entidad:
Nos ponemos en contacto con ustedes para informarles de que tienen ustedes una deuda pendiente no sólo con sus clientes, sino con toda la sociedad. En concreto, nos preocupa un pequeño descuadre entre ingresos y gastos en el que han incurrido ustedes en los últimos años:
- Inyección de capital por parte del FROB: 977 millones de euros.
- Segunda inyección por parte del FROB para la fusión con CaixaBank: 800 millones aproximadamente
- Inyecciones varias recibidas por la antigua Caixa, por Caixa Girona, Caja Canarias, Caja de Burgos… y que ahora forman parte de CaixaBank: no tienen precio (vamos, que es prácticamente imposible saberlo)
- El “no-rescate” anunciado por el gobierno y que podría llegar hasta los 100.000 millones de euros, de los que, sin duda, recibirán ustedes una parte.
Todo este dinero es dinero público, pagado por todos. Por todo ello, los clientes y la ciudadanía en general, entendemos que, dado que la hemos pagado con dinero de nuestro bolsillo, esta Caja es nuestra. Nos vemos tentados a decirles que se levanten ahora mismo de la mesa, que nos vamos a quedar a vivir aquí, que nos instalaremos en sus oficinas como en nuestra casa…pero preferimos dialogar con ustedes: vamos a proponerles un viraje de 180º en su política financiera. Nos gustaría sometiera a su consideración las ventajosas oportunidades que le ofrecemos:
- Suspendan todos los desahucios que tienen en marcha o que están a punto de ejecutar. Se lo solicitamos en nombre de Yolanda, de Pablo, de Katia y de muchas otras personas anónimas que suscribieron una hipoteca con ustedes suponiendo que tenían “otra manera” de hacer negocios.
- Le solicitamos también que condonen ustedes las deudas injustamente contraídas por estas personas a cambio de la entrega de su vivienda.
- Como tendrán ustedes un número importante de viviendas vacías que, en medio de esta crisis, NO VAN A PODER VENDER, háganse un favor y destínenlas a un parque de alquiler social. Pongan esas viviendas en alquiler a un precio que no supere el 30% de la renta familiar.
- El resto de viviendas, podrían ustedes venderlas a su precio de mercado, y no al precio inflado que pretenden ustedes mantener.
- Expliquen por qué vendieron ustedes con mala fé las llamadas “Acciones Preferentes” y por qué eligieron uestedes como “target” de venta a jubilados y jubiladas a quienes no se les explicó el tipo de producto que estaban comprando
- Democraticen la Caja, o lo que queda de ella: que todos los miembros del consejo de administración (especialmente los políticos) devuelvan las dietas y sobresueldos cobrados en los últimos años y que se articule un mecanismo por el que los clientes y accionistas de la CAN podamos decidir en qué se gasta el dinero. Liberen a medios de comunicación, empleados y subcontratas de la Omertà, de esa ley del silencio no escrita pero evidente, que pesa sobre éstos y les impide hablar sobre sus negocios y manejos.
- Faciliten toda la información necesaria para que los miembros de su consejo de administración y los directores de sucursal puedan ser juzgados en caso de que se hayan enriquecido ilícitamente o que hayan cometido abusos contra sus clientes. Infórmen, de paso, sobre el entramado de subcontratas y sociedades instrumentales totalmente opacas y ajenas a cualquier control público, a través de las cuales han realizado operaciones poco claras.
Queremos, simplemente, negociar un trato con ustedes, dado que esta Caja es de todos. Sería más fácil para mirar para otro lado y que todo siga igual, pero dado que su irresponsabilidad está conduciendo nuestra economía a la ruina y condena a mucha gente a la miseria y la precariedad, vamos a insistir.
No vamos a negarles que siempre nos gustaron sus campañas y eslóganes, especialmente aquel de “Tú eliges, tú decides” y queríamos demostrarles que no sólo nos gusta, si no que lo hemos interiorizado y lo hemos hecho nuestro. Por ello, si no dan un giro de 180º en su política financiera, en su forma de actuar y de tratar a sus clientes y conciudadanos, vamos a proceder a poner en marcha tres líneas de trabajo:
- Vamos a iniciar un proceso público a la CAN: queremos saber y que la ciudadanía sepa, de verdad, en qué se gastan nuestro dinero.
- Vamos a detener todos los desahucios que, injustamente y sin negociación, impulsan ustedes en Navarra
- Vamos a proponer a la ciudadanía que busque alternativas bancarias que no especulen con nuestro dinero, que no inviertan en negocios éticamente dudosos y que no lo utilicen para enriquecer al 1% de la población mientras empobrecen al resto
Si desean más información sobre estos proyectos, escuchen las voces en las calles, en las plazas y en las sucursales bancarias de esta Pamplona, donde los ciudadanos, indignados con la actitud que ustedes han tomado, le demandan soluciones a los problemas que, sólo ustedes, están creando.
Un cordial saludo.

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