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14 07 22 CGT Asamblea CGT en Caixabank
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No estábais esperando un sindicato que no se haya vendido a la empresa y que no haya firmado los bochornosos acuerdos como el que acaba de firmarse, ahí tenéis los desplazados y los prejubilados y todo el mundo a uno que todavía se puede decir que no está vendido a la empresa.
ResponderEliminarQue tengáis mucha suerte.
sois unos cracks !! Unos compañeros de verdad. Mucha Suerte y espero que para la próxima negociación tengáis votos suficientes y podáis demostrar lo que valéis.
ResponderEliminarLo ocurrido en las entidades financieras es producto de una Ley que lleva casi 5 siglos descubierta, la Ley de Gresham (el dinero malo sustituye al bueno) y que es extensible a muchos aspectos.
ResponderEliminarEl principio de cualquier sistema financiero, que es fiduciario, es que primen los intereses del cliente en todos los aspectos, y este principio es el que durante años el B. de España y otras instituciones no han defendido.
En las entidades financieras, y también en las empresas y profesionales, han desembarcado desde hace unos años una serie de personajes que anteponen sus intereses personales a cualquier otro, incluso el de su propia empresa, imponiéndolos como si fueran el objetivo general. Lo importante para estos “malos” profesionales era realizar ventas, acumular unos beneficios no sostenibles y con ello ir medrando y por supuesto mejorando su situación. Cualquier profesional que –por sus conocimientos y honestidad- no realizara esas ventas indiscriminadas y en su mayoría defectuosas era apartado, su carrera cercenada y se le procuraba la salida de la Entidad. Aquí el profesional malo sustituyó al bueno.
Es de esperar que este elenco de profesionales elija a quien se alinea con sus directrices, contrarias como se ha visto, a cualquier prudencia empresarial, por lo que se perpetuaba una cadena de comerciales que solo premiaba el mismo tipo de actitud: obtener ventas, resultados, sin velar por los intereses del cliente y saltándose cualquier norma, como puede verse en el artículo que comentamos.
Este tipo de profesionales no cree necesario formación e información alguna, ya que supone un obstáculo a su crecimiento inmoral.
Las preferentes, la deuda subordinada y este tipo de activos, tradicionalmente han sido una vía más de la batería de fuentes de financiación de cualquier empresa, pero iban dirigidas a instituciones y segmentos especializados que podían valorar correctamente el riesgo del producto. Por dicha razón, ese tipo de financiaciones se le exigía una remuneración alta que –normalmente- conduciría a su extinción en el mínimo legal previsto para sustituirlas por otras más baratas.
Con el desembarco de estos “profesionales”, a falta de escrúpulo alguno, lo dirigieron a segmentos que no podían o sabían valorar el riesgo/rentabilidad de dicho producto, amén de que se les ocultaba las características del producto. El resultado ha sido la pérdida para los engañados y el hundimiento de la empresa, que tanto alarde hacían en defender, pero que a su caída no han dudado en exigir sus indemnizaciones, prueba de que lo que les mueve es únicamente su beneficio personal.
Si los reguladores hubieran estado acertados, antes y ahora, en primer lugar se habría investigado la excesiva colocación de productos que son de un determinado segmento en otros que se sabe a ciencia cierta no tienen información (información asimétrica). Y ahora, ante cada denuncia, no cabe sólo exigir a la entidad la restitución, sino que evitarlo supone, exigir la restitución, sancionar salvajemente –como está haciendo EEUU- a la entidad y finalmente al infractor. Resulta que si se practica ésto, puede ser que en muchas entidades se queden sin personal, prueba de lo que estoy argumentado.
La realidad actual es que muchas Entidades han visto necesario efectuar recortes de plantilla, aún no siendo las que han precisado saneamiento.
o, pero que al no modificar en nada su establishment, han recortado sobre los que en su momento no impulsaron las ventas, ya que no fueron ascendidos, obviamente y por los que sí lo fueron se les considera “no colaboradores”.
Resultado: la concentración de malos profesiones, sin formación alguna, cuyo interés sigue siendo el propio antepuesto a cualquier otro, es aún mayor, preparando si cabe otra situación peor.
Y ahora a vender Rentas Vitalicias con la deuda publica en mínimos históricos. Esa será la nueva putada para los clientes. Pero alguien inventó el Programa Futuro y se ha de hacer sí o sí. Ese inepto recibirá su premio y los empleados dentro de unos años sus consecuencias.
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