miércoles, 20 de noviembre de 2013

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Neverending History (La Historia Interminable), Enésima temporada de "Juego de Tronos"


Dos años para elegir a los presidentes de Caixabank, Ibercaja y Unicaja

Dos años más, termina legislatura del Gobierno, termina el mandato de las Cajas sobre sus bancos, termina... , ¿y que comenzará?, ¿Un cambio de signo político?, ¿la verdadera recuperación?, ¿La nivelación del desempleo?, ¿la vuelta de las políticas sociales?. TODO DEPENDE DE NOSOTROS.
Los grupos bancarios procedentes de cajas tendrán al menos dos años para remodelar los consejos ante las incompatibilidades que impondrá la nueva ley de cajas y de fundaciones bancarias, lo que quiere decir que hasta 2016 los presidentes afectados, el de La Caixa, Isidre Fainé, el de Unicaja, Braulio Medel, y el de Ibercaja, Amado Franco, no se verán obligados a elegir entre la presidencia de la caja, ya convertida en fundación, y el del banco.
Después de su paso por el Congreso de los Diputados el texto de la ley se ha suavizado en algunos aspectos. El más importante es que las fundaciones no tendrán obligación de constituir un fondo de capital para prevenir crisis en el banco si tienen menos del 50% del capital de éste. Eso sí, deberán elaborar un plan financiero que describa cómo se haría frente a eventuales necesidades de financiación del banco.
Esta modificación es, según fuentes del sector, el punto que más importancia tenía para los grupos bancarios, muy por encima de los cambios que se impondrán en la simultaneidad de cargos.

Peligros del cambio rápido

Sin embargo, esto no quiere decir que tampoco el plazo al que se vean obligados a elegir entre uno u otro puesto sea indiferente. Según estas mismas fuentes, es importante que se conceda un plazo mínimo para que los equipos gestores actuales ordenen los cambios.
La troika se ha mostrado inflexible sobre la mejora en el gobierno corporativo de las cajas, ya que piensa que buena parte de la culpa de la crisis de estas entidades y la necesidad de su rescate vino provocada por el excesivo número de políticos en sus consejos.
Por ello, uno de los puntos del MoU exigía la modificación de la ley y la separación absoluta de los gestores de los bancos y de las cajas, entre otras mejoras. Incluso en un día de elogios para España, cuando el pasado viernes Bruselas dio por finalizada la línea de crédito a la banca, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pidió al Gobierno la aprobación urgente de la ley de cajas, "que estuvieron en el origen de los problemas en España".
Lo paradójico, se señala desde el sector, sería que un cambio rápido podría devolver su parcela de poder al político a través de la fundación y cuando aún no se haya realizado la transición hacia el nuevo modelo.
De todos modos, y a pesar de que piensan que un pacto para alargar más los plazos, o compatibilizar un puesto ejecutivo con otro no ejecutivo es difícil de alcanzar en el Senado por la oposición de Bruselas y la firmeza del Ministerio de Economía en este punto, la intranquilidad en el sector es muy relativa.
En primer lugar, la ley da un año de plazo, desde la entrada en vigor de la ley, para que las cajas se conviertan en fundaciones.
El texto ha pasado del Congreso de los diputados al Senado, donde se abrirá un periodo de enmiendas el próximo 20 de noviembre y que podría extenderse más allá del día 26. Se espera que la ley sea remitida al Congreso, una vez debatida y votada en la Cámara Alta, antes de fin de año, si bien la fecha tope para el término de su tramitación es el 7 de febrero de 2014. En todo caso, el año después de su entrada en vigor, coloca el plazo para la conversión en fundaciones para finales de 2014 o principios de 2015.
Una vez convertidas en fundaciones, según las fuentes consultadas, dispondrán de otro año para que las presidencias simultáneas en fundación y banco se deshagan, por lo que en la práctica, los máximos responsables de estos grupos financieros dispondrán de un mínimo de dos años para decidir cual de los dos puestos retener en su poder.
No hay muchos gestores a quienes les afecte el cambio. El más relevante, por el tamaño de la entidad, es Isidre Fainé, que deberá decidir si se queda como presidente de la Caixa o de Caixabank.
Otro directivo que deberá elegir entre uno u otro puesto antes de 2016 es Amado Franco, presidente de Ibercaja y de Ibercaja Banco. Y Braulio Medel, que preside Unicaja y Unicaja Banco.
Mario Fernández, a quien también le hubiera alcanzado la incompatibilidad, abandonó la presidencia de BBK este mismo mes al cumplir los 70 años y permanecerá en la de Kutxabank.
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