El complejo arranque de ejercicio ha redibujado el mapa de los grandes bancos españoles en cuanto al beneficio obtenido. Si Bankia cerró el pasado ejercicio como la primera entidad, ese puesto es ahora para Santander España seguido por CaixaBank con un resultado cercano a los 300 millones hasta marzo. Sabadell defiende su cuarta posición, por delante de BBVA y Bankinter, el que mejor ROE y morosidad presenta, en contraposición a un Popular que queda condenado al último puesto entre los siete bancos que cotizan en el selectivo.
El primer trimestre se ha confirmado como muy complicado para los bancos españoles por motivos distintos y los tipos de interés a cero como factor común a todos. Ni tan siquiera las cuentas consolidadas de los dos grandes grupos han logrado sortear circunstancias negativas derivadas de su presencia en otros mercados.
Santander España, pese a todo, ha logrado situarse como el primer banco por beneficios, con un resultado de 295 millones de euros una vez descontadas las pérdidas que aún arroja su actividad inmobiliaria. Esa primera posición también la tendría el grupo presidido por Ana Botín y capitaneado en su negocio bancario en España por Rami Aboukhair con 307 millones de euros.
Al cierre del pasado ejercicio, ese primer puesto fue para Bankia, el único banco que logró superar los 1.000 millones de euros. El banco nacionalizado que preside José Ignacio Goirigolzarri ha encajado una ligera disminución de sus resultados hasta marzo y con 237 millones de euros contabilizados.
De esta manera, Bankia se queda relegada a un tercer puesto en la comparativa de los bancos en España, al verse superada por los 273 millones de euros ganados por Caixabank en los tres primeros meses del año, aunque el grupo de Isidro Fainé también sufre una disminución en la comparativa interanual.
Bien es cierto que el mayor banco español por tamaño ha dejado de contar durante este ejercicio con las ventajas fiscales de las que se benefició durante 2015 por la integración del negocio en España de Barclays. Caixabank ya se situó a finales del pasado ejercicio como el segundo banco con un beneficio superior a los 800 millones de euros.
Banco Sabadell se mantiene en el ecuador de los siete mayores bancos, con un beneficio de 190 millones de euros en los tres primeros meses del año sin la aportación del británico TSB. En conjunto, el banco presidido por José Oliu ha obtenido 252 millones de euros y se anota uno de los incrementos más elevados en la comparativa interanual.
BBVA se sitúa a una distancia considerable del Sabadell, a pesar del mayor tamaño y la mayor cuota de mercado que ha logrado en Cataluña. Precisamente, la integración de Catalunya Bank provoca aún estragos en sus cuentas, al no aportar al beneficio. El beneficio de BBVA en España se limita a 121 millones de euros, una vez descontadas las millonarias pérdidas que aún soporta por la actividad inmobiliaria.
Bankinter, el más pequeño entre los bancos que cotizan en el Ibex 35, se sitúa a poca distancia de la entidad presidida por Francisco González, con un beneficio cercano a los 105 millones de euros. El Popular, pese a la mejora interanual en sus cuentas, se queda anclado al último puesto, como ya ocurriera a finales de 2015. Los 94 millones de beneficio logrados por el banco presidido por Ángel Ron, sin embargo, no es la peor noticia del primer trimestre.
Por ratios
La rentabilidad se ha convertido desde hace algún tiempo en la mayor obsesión del sector financiero, al igual que lo fue en los momentos más duros de la crisis la morosidad. Sobre todo, la derivada por el estallido de una burbuja inmobiliaria que afectó a la inmensa mayoría del sistema bancario.
Bankinter ha sido la entidad con una menor exposición al inmobiliario, por lo que la ratio de morosidad se ha mantenido a una considerable distancia de la media del sector, cuando se disparó por encima del 14%. Durante el primer trimestre, el más pequeño de los bancos ha logrado reducir la mora hasta el 3,95% y se ha consolidado como la más rentable, con un ROE del 10,7%.
Bankia se ha aproximado a esa rentabilidad de doble dígito que, en teoría, es la que cubre el coste del capital. De hecho, ya a finales del pasado ejercicio la entidad nacionalizada habría podido estar en el 10%, pero el compromiso de devolver a los minoristas su inversión en su salida a bolsa ha frustrado ese objetivo. Al cierre de marzo, el ROE de Bankia es del 8,2% y su morosidad es una de las más altas, con una ratio del 10,5% pese a la reducción continuada.
Santander también muestra cierta rentabilidad, aunque su ROE aún es del 7,5%. La morosidad de su unidad en España se sitúa en el 6,36% en el primer trimestre, algo mejor que la soportada por el BBVA (6,4%), como consecuencia de la integración de Catalunya Banc. Eso sí, el grupo de Francisco González (FG) tiene un ROE más escaso, del 5,6% con el que apenas se cubre la mitad del coste del capital.
El Sabadell también supera en rentabilidad (6,67%) al BBVA y no sólo en beneficios. La morosidad del banco de José Oliu es del 9,45% en España y se reduce hasta el 7,5% con TSB, un nivel similar al que tiene Caixabank (7,6%). Eso sí, la rentabilidad de este último banco es de las más bajas (3%), con un cierto deterioro respecto a trimestres anteriores.
El Popular se sitúa también en el último puesto por estas dos ratios. Su rentabilidad es casi cero (0,3%) y su morosidad es de las más altas, con una ratio del 12,68%, por encima de la media del conjunto del sistema bancario. Desde luego, Ángel Ron y su equipo tienen por delante todo un reto.
José Luis Marco
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