martes, 8 de marzo de 2016

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Balances de Morosidad de la Banca Española. Saquen conclusiones

La morosidad de la banca baja y las coberturas suben. Sin embargo, y aunque el sector esté en general bien provisionado, los expertos recuerdan que no todas las entidades están en la misma situación.
La esperada publicación de la nueva Circular del Banco de España sobre provisiones, que podría retrasarse hasta septiembre, ha vuelto a poner de actualidad un tema que la banca española ansía por dejar atrás: ¿es suficiente el colchón de dotaciones acumulado?
La mayoría de los expertos coincide en que sí: al menos a nivel de sistema, la banca española está bien provisionada. Pero hay matices importantes, porque ni todas las entidades están en la misma situación, ni se pueden descartar aún sorpresas puntuales que obliguen a nuevos esfuerzos para reforzar los balances. Lo acontecido con Abengoa, que tiene de acreedora a la casi totalidad de la banca española, con la excepción de BBVA, es uno de los ejemplos que sacan a relucir los expertos, pero hay más. Repsol, por ejemplo, que perturba las cuentas de CaixaBank.
Según explica Elena Iparraguirre, analista de Standard&Poor's responsable del sistema financiero español: "En nuestra opinión, la mayor parte del esfuerzo de provisiones a nivel sistema ya está hecho". La analista, que destaca como las provisiones de 2015 hayan superado en algo las previsiones por temas puntuales como Abengoa, también avisa que este año aún no se llegará a una normalización de las necesidades de dotaciones. "Habrá que esperar a 2017 para que el nivel normalizado, que puede estar entre 60 y 50 puntos básicos, se alcance", explica.
Esta visión la comparte Nuria Álvarez, analista de banca de Renta 4. "En principio no veo un problema de provisiones en la banca en términos generales", explica la analista, que también es optimista sobre la tendencia para este año: "De cara a 2016, el mensaje de las entidades sobre la mejora del riesgo de crédito no hace pensar en un escenario de incremento de dotaciones. En este sentido lo que ha ocurrido en el cuarto trimestre de 2015, donde hemos visto dotaciones a provisiones extraordinarias (por diversos motivos) no es extrapolable a próximos trimestres".
La morosidad cierra 2015 en el 10,1% tras bajar 3,5 puntos porcentuales en el año
La morosidad de las entidades financieras ha bajado con fuerza en 2015: empezó enero en el 13,6% y cierra diciembre en el 10,1%.
La morosidad de la banca española ha seguido en diciembre el patrón generalizado del ejercicio. La ratio de dudosidad de bancos, cajas, cooperativas y financieras ha cerrado el año en el 10,1%, tras bajar 21 puntos básicos frente al mes anterior. En los doce meses del pasado ejercicio, esta ratio ha bajado diez veces, así que en el conjunto del año la caída alcanza los 3,5 puntos porcentuales.
Los activos dudosos del sistema suman 132.797 millones, tras reducirse un 22% en la tasa interanual.
Sin embargo, las buenas noticias llegan aún al crédito. El saldo de las mencionadas entidades cerró diciembre en 1,314 billones, tras bajar otros 13.446 millones en el último mes del ejercicio. El ritmo de caída interanual volvió a repuntar medio punto porcentual frente a noviembre, hasta situarse en el 3,6%.
Por grupo de entidades, las de depósitos tienen una mora del 10,2% y las financieras del 7,07%. Los EFC (establecimientos financieros de crédito), además de ser menos morosos, también pueden presumir de que su crédito ya no baja: en el año ha subido el 9%. Una cifra que cuadra con los datos que los distintos bancos han presentado en sus resultados anuales, ya que para muchos de ellos el crédito al consumo también ha subido en el año, junto (en algunos casos) con el crédito a pymes. La caída del saldo del conjunto de las entidades se reduce principalmente por el descenso de las hipotecas y de los créditos a promotores.
Otro efecto que influye tanto en la bajada del crédito como de la propia morosidad es la venta de carteras de fallidos que han realizado muchos bancos a lo largo de 2015. Un ejercicio que aplauden los reguladores que insisten en que las entidades tienen que acelerar el ritmo de reducción de activos improductivos en sus balances para mejorar la rentabilidad.

Situaciones individuales

Los expertos, sin embargo, también inciden en que no todos los bancos están igual en temas de morosidad y provisiones, algo que queda patente con echar a un vistazo a los datos de cierre de año de morosidad, cobertura y de activos adjudicados. En el lado de la morosidad del crédito, Popular y Bankinter representan las dos caras de la moneda.
El banco que preside María Dolores Dancausa sigue siendo el menos morosos, tal y como ha ocurrido a lo largo de toda la crisis. Su ratio cerró 2015 en el 4,13%, menos de la mitad del promedio del sector.
Apenas tiene en balance 531 millones de euros de inmuebles y además, junto con Bankia, ha sido el único que consiguió rebajar el stock acumulado durante el ejercicio. Con estas premisas, los analistas coinciden en que los relativamente bajos niveles de cobertura son los adecuados para su perfil de riesgo.
Popular se sitúa en el otro extremo. Su ratio de morosidad al cierre de año fue la mayor entre los bancos cotizados, el 12,86%, y su ratio de cobertura en el 42,5%, diez puntos menos que el promedio. El banco que preside Ángel Ron tiene 14.629 millones de euros de ladrillo en balance, superado sólo por BBVA, que acaba de engullirse los inmuebles de CatalunyaBanc (los que no se traspasaron a la Sareb).
Popular, es, de hecho, el banco que más señalan los analistas a la hora de avisar sobre posibles excepciones a la relativa tranquilidad en el tema de las provisiones. Así, Álvarez especifica que "no se puede descartar que haya entidades cuyo esfuerzo todavía tendrá que ser alto, como puede ser el caso de Popular". Iparraguirre señala que "Popular en concreto es una entidad que ha acumulado más problemas que la media de entidades y que por lo tanto esperamos que también provisione más que la media".
Comparte esta visión el economista Carmelo Tajadura, quien afirma que "entre los seis bancos principales Popular es el más flojo". Este experto recuerda que el banco dirigido por Francisco Gómez ha realizado en los últimos años un esfuerzo muy grande para sanear su balance, y a pesar de esto tiene que seguir provisionando sin bajar el ritmo. Tajadura deja claro que "lo peor para Popular ha pasado, pero todavía tiene mucho que hacer".
Según Javier Santacruz, economista e investigador en la Universidad de Essex, Popular está en el grupo de bancos más débiles en tema de provisiones. Destaca que su morosidad está por encima incluso que la de Bankia, pero el banco nacionalizado puede liberar provisiones porque hizo acopio de ellas aprovechando la ayuda pública recibida. Santacruz cree que, debido a los problemas de rentabilidad, por lo general los bancos españoles relajaron el año pasado los criterios de prudencia a la hora de realizar dotaciones, sin que esto suponga un problema para la gran mayoría de las entidades.
Lo que Popular defiende ante el mercado es que su ratio de cobertura es la que resulta de aplicar la normativa sobre provisiones tal y como está, y no es fruto de la discrecionalidad. Fuentes no oficiales del banco explican que esta ratio se debe a que Popular tiene muchos créditos con garantía real en su cartera, y este tipo de préstamo necesita una provisión inferior.
Añaden que también influye el hecho de que se han amortizados más carteras vencidas que el resto del sistema y que incluyendo estos créditos, que están provisionados al 100%, la ratio de cobertura sube. De hecho, en el informe del cuarto trimestre, Popular informa también de su ratio de cobertura incluyendo amortizaciones, y ésta se sitúa casi trece puntos por encima de la normal, en el 55,16%. Sin embargo, hay expertos que consideran que la presentación de esta ratio es en sí misma una señal de debilidad. Así, Tajadura destaca que Popular es la única entidad que hace hincapié en este dato, cuando la ratio que interesa al mercado es la otra.
Lo que Popular tiene muy claro es que su prioridad no es aumentar la ratio de cobertura, sino reducir de forma agresiva los activos improductivos en balance. Para este año, el banco se ha puesto el objetivo de librarse de, al menos, 4.000 millones de euros de estos activos, aunque algunas fuentes elevan este objetivo hasta los 8.000 millones.
Fabio Mostacci, analista de Mirabaud, afirma en su último informe sobre bancos españoles: "Varias fuentes apuntan a que Popular tiene el objetivo de reducir drásticamente sus stock de activos dudosos, por un importe de 8.000 millones (el 25% del stock total) en 2016". Además de la reducción anunciada en los resultados, Popular estaría "trabajando en la posible creación de un SPV (special purpose vehicle o banco malo) al que aportar entre 4.000 y 5.000 millones y luego vender una participación mayoritaria a inversores institucionales".

Más allá de los grandes

Si se mira más allá de los principales bancos cotizados, los analistas afirman que hay entidades con más problemas. Iparraguirre, de S&P, señala a Abanca, aunque explica que, en este caso, el temor no viene por la provisión de los morosos, que considera adecuada, sino por "la cantidad de DTA (activos fiscales diferidos) que tiene acumulada". A su vez Tajadura destaca que el problema de Abanca está en la escasa capacidad de generación de resultados recurrentes: "El margen bruto sin ROF es prácticamente igual a los costes de explotación", incide el economista. Otras entidades que señala como más débiles a la hora de medir la calidad del balance son Liberbank, Cajamar y BMN.
MICHELA ROMANI

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