Representantes de Caixabank avanzan en las negociaciones con la angoleña Isabel dos Santos que se bloquearon tras la fallida OPA de febrero de 2015
Isidro Fainé, presidente de Caixabank y de la Fundación Bancaria La Caixa, máximo responsable de la Confederación Española de Directivos (CEDE), presidente de lo que resta de la patronal CECA de las cajas de ahorros, del Círculo Financiero, vicepresidente de Telefónica, de Repsol, responsable del capítulo español del Club de Roma…, no puede perder la guerra de Portugal. Su entidad se aproxima a un acuerdo con la hija del presidente angoleño, propietaria de una parte del banco portugués BPI y de su filial. De consumarse en los próximos días, el grupo financiero catalán tomaría el control del banco portugués y retomaría una estrategia que dejó congelada por las diferencias con Isabel dos Santos.
Las negociaciones se han retomado y funcionan a buen ritmo. Dos son las razones para que la OPA fracasada vuelva a estar encima de la mesa. Si en febrero de 2015 la propietaria del 21% del Banco Portugues do Investimento (BPI) se negó a cambiar la voting cap (una blindaje estatutario a los socios para que no puedan votar por más del 20%, sea cual sea su capital), ahora su negativa estaría próxima a reducirse, según han informado fuentes conocedoras de los últimos contactos.
Entre los cambios más importantes destaca el eventual apoyo del gobierno del país a una operación que le libre de presiones del banco central de la Unión Europea. Si, además, un nuevo BPI pilotado por La Caixa puede ocuparse del incierto futuro, parcial o completo, de Novobanco, el Ejecutivo luso estaría más dispuesto a facilitar el desembarco completo de Fainé y su equipo en el negocio bancario del país. Con todo, desde La Caixa se insiste en que el precio será determinante para un eventual y rápido acuerdo. “Estamos lejos en el precio”, precisan.
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