La Autoridad Bancaria Europea elabora pautas para evitar abusos a clientes minoristas en oficinas y fomentar la confianza en el sector financiero que serán de aplicación en enero de 2017.
La crisis financiera ha estado jalonada de abusos a los clientes. Para mejorar sus cuentas, los bancos les colocaban productos que no se ajustaban a sus necesidades, a su perfil de riesgo o que eran excesivamente caros. Pero los casos de venta inadecuada de productos bancarios no son algo del pasado, se siguen registrando cada día, lo que daña la reputación del sector y se traduce en cuantiosas multas.
Para la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) las malas prácticas comerciales persisten en el sector financiero porque, entre otras razones, los empleados encargados de las ventas operan motivados por una retribución vinculada a incentivos equivocados; al volumen de ventas, y no para beneficiar al cliente.
Con este telón de fondo, la institución con sede en Londres ha elaborado unas directrices para los bancos sobre las buenas prácticas de remuneración del personal de las sucursales que se encarga de la venta de productos financieros como préstamos, créditos al consumo, hipotecas, depósitos, tarjetas y servicios de pago.
Una de las reglas de oro es que la retribución del personal no esté solo ligada a un objetivo cuantitativo de venta, y otra, que no promueva la comercialización de un producto o de una categoría específica por encima de otros, como aquellos que resultan más rentables o convenientes para el banco en un momento determinado frente a otros que lo son menos.
Competiciones, no
Asimismo, el organismo supervisor que encabeza Andrea Enria subraya que cuando se refiere a la retribución del personal en general, no alude exclusivamente a pagos económicos, sino también a otras fórmulas de recompensa como prestaciones, cobertura sanitaria, aportaciones a planes de pensiones, promociones laborales, e incluso vacaciones o libranzas.
La EBA desaconseja expresamente determinadas prácticas que califica de indeseables, como que los bancos organicen competiciones entre los empleados para que superen determinados umbrales de venta para obtener premios. A cambio, aconseja otras, como que la variable se difiera en el tiempo y pueda reducirse o eliminarse debido a las quejas o reclamaciones de clientes. Establecer controles regulares y comprobar todos los años que la política de retribuciones del personal de venta es adecuada son otras de las recetas de la EBA para proteger al cliente.
"Sin intervención reguladora, el riesgo de que los consumidores experimenten daños y problemas en el funcionamiento del mercado de los servicios financieros minoristas probablemente persistirá, los incentivos al personal de venta seguirán estando mal alineados con los intereses de los consumidores, y las políticas y prácticas de remuneración sesgadas seguirán siendo causa de mala comercialización de productos", advierte.
No obstante, echa un capote a los empleados de sucursal, al subrayar que también han sufrido una injusta presión para vender productos de forma inadecuada bajo la amenaza de acciones disciplinarias o degradación laboral, y por tener una excesiva dependencia sobre el bonus como principal fuente de ingresos. El objetivo de la EBA es que se alineen los incentivos de los empleados y los intereses de los clientes, en beneficio de estos últimos, pero también de los bancos que, de esta forma, encararán menos riesgos de multas y penalizaciones por mala comercialización y conducta inadecuada.
Multas
Según las estimaciones de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB, por sus siglas en inglés), los 20 mayores bancos del mundo registran costes por mala conducta por importe global de 200.000 millones de euros desde 2009, de los que la mitad corresponden a ventas inadecuadas a clientes minoristas e institucionales.
La EBA deja en manos de las autoridades competentes -el BCE para los 129 principales bancos de la eurozona y, en el caso nacional, el Banco de España para las entidades no significativas- la posibilidad de extender estas directrices al personal encargado de la venta de productos a microempresas y pymes, además de a los particulares. Sí recomienda que se apliquen a todo tipo de bancos, ya sean sistémicos o pequeños y de rápido crecimiento.
Una vez termine el plazo de consulta pública del documento de la EBA a finales de marzo y ésta haya recibido las opiniones de la industria, las directrices serán de aplicación el 3 de enero de 2017, solo dos días después de la relativa a la remuneración en el sector bancario en general, que ya es definitiva y pone el foco sobre el cálculo tope para los bonus de los banqueros.
No está previsto que la EBA incorpore cambios de calado a su borrador de directrices para la retribución de los empleados de sucursal antes de aprobar el documento definitivo, que se dirige a las autoridades supervisoras competentes con el objetivo de que las hagan suyas, incorporándolas a su normativa o prácticas de supervisión.
http://www.expansion.com/empresas/banca/2016/01/09/569101cde2704edc048b45bc.html
0 comentarios:
Publicar un comentario