La Caixa ha dejado fuera de su nueva estructura territorial, anunciada este viernes, a los directivos de Banca Cívica. Así, pese a incrementar sus direcciones territoriales de ocho a 12, la entidad catalana las ha repartido todas entre gente de la casa sin dar entrada a nadie de la entidad recién absorbida. La única cuota de poder de la fusión de las cajas de Navarra, Burgos, Canarias y Cajasol es la inclusión de sus dos antiguos copresidentes,Enrique Goñi y Antonio Pulido, en el consejo de CaixaBank, el banco a través del cual ejerce su actividad financiera La Caixa.
Isidre Fainé ni siquiera ha cedido a los antiguos gestores de Banca Cívica los territorios donde esta entidad era líder del mercado (y ahora lo será La Caixa), como Andalucía, Canarias o Navarra. La entidad fusionada también será líder por cuota en Cataluña y Baleares, y quedará en segunda posición en Madrid, Castilla y León (gracias a Caja Burgos), Castilla La Mancha, Valencia y País Vasco.
Aunque la integración legal de Banca Cívica no se producirá, previsiblemente, hasta el 3 de agosto, esta nueva estructura será operativa a partir del próximo lunes, 2 de julio, según ha informado CaixaBank.
Las ocho direcciones territoriales renovadas o de nueva creación son Andalucía Occidental (ocupada por Juan Reguera), Andalucía Oriental (a cargo de Rafael Herrador), Castilla y León-Asturias (Manuel Bilbao), Navarra-Aragón-La Rioja (con sede en Pamplona, Raúl Marqueta), Canarias (Andrés Orozco), Castilla La Mancha-Extremadura (Victorino Lluch), País Vasco-Cantabria (Juan Pedro Badiola) y Galicia (Marc Benhamou).
Por su parte, seguirán como hasta ahora las direcciones de Cataluña, Madrid, Levante y Murcia y Baleares. Las oficinas de CaixaBank y de Banca Cívica dependerán a partir de la próxima semana de estas doce direcciones, así como de 245 direcciones de áreas de negocio.
Tras la integración de Cívica, CaixaBank se convertirá en la primera entidad financiera del país, con unos activos de 342.000 millones de euros y más de 13 millones de clientes.