La promotora de VPO sevillana denuncia que ha sido engañada en la concesión de un crédito de 27 millones para construir 278 viviendas, del que no puede disponer tras incluir la antigua Cajasol en las escrituras cláusulas ocultas.
Grupo Ferro, promotora sevillana de viviendas que en los últimos años se ha especializado en el segmento de protección oficial, ha presentado una demanda por presunta estafa contra Caixabank y algunos exdirectivos de Cajasol (absorbida por la entidad catalana tras integrar a Banca Cívica) en relación a una promoción de 278 VPO en Dos Hermanas (Sevilla) financiada con un préstamo de la ya extinta entidad sevillana. La inmobiliaria reclama Caixabank un total de34 millones de euros por diferentes conceptos por la inclusión en la escritura de dicho préstamo, supuestamente sin conocimiento de la promotora y con mala fe, de cláusulas que han impedido a Ferro disponer de esos fondos para poder llevar a cabo la construcción de las viviendas.
La consecuencia es que unos 50 compradores, de los 135 que ya tenía el grupo desde que comenzó a comercializar las viviendas en el primer trimestre de 2011, le reclaman la devolución de las cantidades adelantadas para la compra de viviendas y que suman en torno a 1,2 millones de euros, según explican a eleconomista.es fuentes cercanas a la empresa. La demanda, a la que ha tenido acceso este diario, se ha presentado en los juzgados de Sevilla tras no aceptar la entidad financiera un intento de acuerdo previo.
La clave del enfrentamiento entre la inmobiliaria -que venía trabajando en numerosos proyectos con la extinta Cajasol desde hace más de un lustro- y la entidad está en la inclusión entre las 500 páginas de la escritura de ese préstamo de una adenda con unas condiciones para la disposición del mismo distintas de las que se recogen en el cuerpo de la propia escritura. El notario que visó la firma de esas escrituras, consultado por Ferro, ha aclarado que las condiciones que rigen el préstamo son las del cuerpo de las escrituras, no las de la adenda, que tiene fecha anterior (13 de diciembre) a la de la propia firma de esas escrituras (15-12-2010). No obstante, Caixabank ha trasladado a la promotora que su asesoría jurídica interpreta lo contrario. Será ahora un juez quien determine quién tiene la razón.
Origen del embrollo
El inicio del caso está en la petición que Cajasol le hace a Ferro, a finales de 2008, para que adquiera un terreno en Dos Hermanas que la entidad financiera había tenido que asumir de Colonial, la inmobiliaria que compró el promotor sevillano Luis Portillo, que trabajaba muy estrechamente con Cajasol y a la que dejó casi en quiebra cuando fue expulsado de la presidencia a final de 2007. Una filial inmobiliaria de la caja vendió ese suelo a Ferro por 8,8 millones de euros más IVA y se comprometió verbalmente con la empresa a facilitarle la financiación para el desarrollo de la promocion de VPO. Esa filial estaba presidida por Antonio Pulido, a la sazón presidente de Cajasol en 2008, y su secretario era Lázaro Cepas, a su vez director general de la entidad en ese momento. Ambos, junto a otros directivos de la caja, han sido incluidos en la demanda.
Cajasol presionó a Ferro, según la demanda, con paralizarle la concesión de dos créditos para otras dos promociones de VPO en Tomares (Sevilla) si no aceptaba quedarse con ese solar. Tras adquirirlo, Cajasol otorgó esos dos créditos. Además, para que Ferro pudiera pagar el nuevo terreno de Dos Hermanas, la propia caja le concedió dos créditos: uno de 4,9 millones por el importe oficial del suelo y otro, mediante una hipoteca sobre un suelo de uso hotelero en Islantilla (Huelva), de 5,1 millones. Ferro denuncia en la demanda que el precio del solar de Dos Hermanas se establecióincumpliendo los topes legales que impiden vender un suelo para VPO con sobreprecio o prima. Cajasol lo vendió a 350 euros el metro cuadrado, cuando la ley fijaba en ese momento un recio de 209 euros, según denuncia Ferro.
Hasta el 15 de diciembre de 2010, debido a los sucesivos cambios en el equipo directivo de la caja que retrasaron la operación según la interpretación del directivo de Ferro, no se aprueba el crédito inmobiliario de 27 millones para construir sobre el suelo de Dos Hermanas. Es en las escrituras de ese préstamo donde se incluye la adenda con supuesta mala fe. ¿Qué cambios suponía esta adenda? Básicamente que la promotora no puede disponer del importe para pagar las obras hasta que no demuestre que ha vendido el 75 por ciento de las 278 viviendas.
Las condiciones recogidas en escritura estipulan sin embargo que Ferro podía disponer de hasta el 55 por ciento del crédito, a justificar aportando justificaciones de obra; otro 30 por ciento contra la firma de contratos privados de compraventa; y el 15 por ciento final cuando se escrituraran las viviendas. Nada de esto se ha cumplido y Ferro ha incurrido en gastos por más de 11 millones de euros desde que comenzó a comercializar la promoción e inició la construcción (está al 5 por ciento, según las mismas fuentes cercanas a Ferro) hasta la fecha.
La empresa, según estas fuentes, quiere liquidar los pagos pendientes con los compradores que adelantaron dinero y con los proveedores, así como recuperar el lucro cesante por no poder promover y que valora en 15 millones.
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