- Los nuevos dueños -Caixabank- pretenden acabar con la sangría de pérdidas
- Directivos que cobran por asistir a los consejos bajo la lupa
- El sueldo de Leo Chaves, de 6.000 euros mensuales, también será revisado
Antonio Pulido, antiguo presidente de Banca Cívica e inminente nuevo consejero de Caixabank, ofreció una excelente noticia hace unos días. No, no fue que el club de baloncesto de Sevilla volviera a "llamarse Cajasol" la temporada que viene. Sino que, sustancialmente, fuera a existir la temporada que viene. La situación del histórico equipo sevillano es cualquier cosa menos estable.
Hasta ahora, su estrafalaria gestión –resuelta temporada a temporada con gigantescas pérdidas que asumía a fondo perdido la propietaria, enjuagándolas bajo la fórmula de ampliaciones de capital– fue posible gracias al extenso manto protector de la Caja.
Pero la Caja ha cambiado ahora de manos. La absorción (el pasado mes de marzo) de Banca Cívica –accionista única del club– por Caixabank ha provocado una auténtica tormenta. Hay un acuerdo de mínimos, respecto a que el club de baloncesto seguirá existiendo. Pero todos saben que la barra libre se ha acabado. Llegan tiempos duros.
"Lo que conocemos es que Caixabank pretende que el proceso de asimilación sea lo más amable posible. En ese sentido, no quieren presentarse como los enterradores del baloncesto en Sevilla. Pero también sabemos que el modelo de gestión que ha existido hasta ahora pasará a mejor vida. Y que muchas prácticas habituales serán inconcebibles para los nuevos propietarios", explica a este periódico una fuente de toda solvencia del club.
Pérdidas abrumadoras
La sangría que el club sufre cada temporada es abrumadora. Según los balances del propio Cajasol, a los que ha tenido acceso este periódico, el club perdió 4,4 millones de euros en 2009, 2,2 en 2010 y se disparó a 5,4 millones en 2011. Aún no hay datos de la temporada recién concluida.
Con este panorama, sorprenden retribuciones como la que recibe Leonardo Chaves, hermano del ex presidente de la Junta, Manuel. Muy discutido dentro del club, Leo se embolsó junto al otro alto directivo (el director deportivo Juan Llaneza) 190.511,73 euros en 2010. Un año después, se ajustaron el cinturón hasta los 160.000,06 euros. Este curso, ya sólo cobra 6.000 euros al mes.
Aún más singular resulta que los directivos (muchos impuestos por cuotas políticas y sin mayor conocimiento del baloncesto, como el exdelegado de Movilidad Fran Fernández) cobren por asistir a los consejos. En 2011 se llevaron 36.000 euros.
Y, entre toda esta maraña, el baloncesto. El próximo 26 de junio se celebrará la Asamblea donde se aprobará la fusión, se conformará el nuevo organigrama de Caixabank y se trazarán las líneas maestras del proyecto. El club espera que, ese día, conozcan el presupuesto con el que armar el equipo del curso 2012/13. Se prevé un tajo considerable. El Cajasol, para empezar, ni siquiera ha competido en la puja por su gran pívot Paul Davis, reclutado por el Khimki ruso. El nuevo plan determinará también la continuidad o no del entrenador Joan Plaza.
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