La banca francesa tiembla. El grupo de telecomunicaciones Orange lanza este jueves su banco en internet y en móvil 100% por cien gratuito. Sus competidores financieros han tenido que rebajar tarifas y comisiones, un aviso de la revolución que quiere llevar a cabo el operador de telefonía.
Con seis meses de retraso, este jueves por fin ha nacido 'Orange bank'. El exmonopolista francés, con 30 millones de clientes en el Hexágono, de ellos 22 millones en telefonía móvil, quiere convertirse en el free (operador que revolucionó las telecomunicaciones al romper los precios) de la banca francesa.
Orange sale al mercado con un paquete muy agresivo: ofrece la apertura de una cuenta con tarjeta de crédito y chequera (en Francia todavía son muy populares los cheques) sin comisiones. Bajo ciertas condiciones. El cliente tiene que introducir un app de Orange para su funcionamiento y hacer al menos tres operaciones mensuales. De lo contrario le cobran 5 euros mensuales.
BNP Paribas, el mayor del sector, cobra por ejemplo, 10 euros al mes por una cuenta normal, pues tiene que financiar una amplia red de sucursales. Orange no la necesita. Reservará una esquina para la banca en unas 140 oficinas de la numerosa red de agencias de telefonía de la que dispone.
Su objetivo es captar "400.000 clientes el primer año y hasta 2 millones en una década", ha afirmado el consejero delegado de la compañía Stéphane Richard. Ha invertido 500 millones de euros en el proyecto y cuenta con convertible el negocio a la rentabilidad en cuatro o cinco años, ha añadido.
Orange planea extender su negocio a España y Bélgica durante 2018.
Las asociaciones de consumidores han dado la bienvenida al nuevo competidor financiero, pero exigen mejoras. El prestigio de Orange en el sector de telefonía donde tantos años ha disfrutado de un monopolio, deja mucho que desear. Muchos clientes se han quejado de las esperas para reclamar y dificultades que ha tenido para introducir la fibra óptica.
EUROPA PRESS
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