El proceso de reestructuración financiera ha provocado ya el cierre de 188 oficinas y puntos de atención al cliente de las cajas de la Comunidad (Caja España-Duero, Caja de Burgos, Caja de Ávila, Caja Segovia y Cajacírculo) en todo el territorio de Castilla y León y la pérdida de más de 1.100 puestos de trabajo, según un informe de la Federación de Servicios Financieros de CCOO en Castilla y León.
Valladolid: Más de 900 son prejubilaciones
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/14/castillayleon/1336995875.html
http://www.abc.es/20120515/comunidad-castillaleon/abcp-uniones-cajas-cierran-oficinas-20120515.html
http://www.abc.es/20120515/comunidad-castillaleon/abcp-uniones-cajas-cierran-oficinas-20120515.html
La fórmula elegida mayoritariamente para la reducción de las plantillas ha sido la de las prejubilaciones. 929 trabajadores han elegido esta vía, mientras que otros 159 han sido trasladados a oficinas de otras comunidades autónomas. Según este informe, los planes de bajas voluntarias habrían dado un resultado menor y sólo 34 trabajadores se habrían acogido a salidas de la empresa incentivadas.
Caja España-Duero, que incluyó todo su negocio financiero en la nueva marca banco CEIS, ha sido la que ha llevado a cabo un proceso de reestructuración de oficinas más numeroso, con 139 sedes cerradas, mientras que la integración de Caja Segovia y Caja de Ávila en Bankia se ha cobrado 25 oficinas en el caso de la primera marca y seis en el de la entidad abulense. Caja de Burgos ha cerrado 18 centros, tanto oficinas como puntos de atención al cliente, como consecuencia de su integración en Banca Cívica, siempre según el informe de CCOO.
En cuanto a los trabajadores afectados por la reestructuración, casi la mitad de todos ellos, 542 personas, pertenecen también a Caja España-Duero, entre prejubilaciones (533) y bajas voluntarias (9). Le sigue Caja Ávila, con 221 empleados menos en la Comunidad, una cifra lograda con 128 prejubilaciones, 15 bajas voluntarias y 78 traslados a otras regiones, mayoritariamente Madrid. En Caja de Burgos la plantilla se ha reducido en 201 personas, de los que 145 se han prejubilado y siete han salido de forma voluntaria, mientras que 49 han sido trasladados fuera de Castilla y León. En Caja Segovia, el descenso de empleo en la Comunidad fue de 105 (70 prejubilaciones, tres bajas y 32 traslados) y en Caja Círculo se han prejubilado 53 personas.
Mayores recortes en el futuro
El secretario de la Federación de Servicios Financieros de CCOO en Castilla y León, Jesús Olivar, advirtió de que estas cifras "no se quedarán así" y los recortes "serán aún mayores", ya que aún faltan procesos de concentración pendientes, como en de Caja España-Duero con Unicaja, la absorción de Banca Cívica por La Caixa, o la integración de Caja 3 con Ibercaja. "Todo apunta a que hay demasiada capacidad instalada en España y tendrá que haber terceras vueltas", dijo.
Olivar expresó su preocupación por las condiciones que se pactarán a partir de ahora para la salida de los trabajadores afectados por las reestructuraciones, ya que "cada vez hay menos dinero y las posibilidades son menores". Aseveró que en materia de servicios, una parte importante de los cierres se producirá en el medio rural, porque "ya no son cajas, son bancos, y la vinculación no es la misma y va a primar el término negocio sobre el de obra social".
El dirigente sindical explicó que en el proceso de fusión de Caja España-Duiero la distribución territorial de ambas entidades es buena, "perohabrá una rebaja sustancial en términos de empleo". Asimismo, mostró su "preocupación" ante la absorción de Banca Cívica, porque La Caixa "ha tenido una gran expansión" en la Comunidad, donde puede tener operativas 300 oficinas.
En términos políticos, asumió que la salida de los centros de decisión de la Comunidad, disminuirá la capacidad de poder intervenir para posibilitar una inversión política. "Quien tome las decisiones tendrá menos en cuenta la necesidad de lo que entendíamos como una caja. La presencia de nuestras cajas en los grandes grupos se diluye".
Por otra parte, defendió que las cajas lo sigan siendo, en vez de fundaciones que las diluyan, como se ha planteado en algún momento, porque así seguirán siendo instrumentos de obra social que "todos entienden". Sin embargo, sostuvo que es preciso reducir los órganos de gobierno de las cajas sin menoscabas los porcentajes de participación para cada grupo fijados por la ley, porque "no tienen sentido asambleas con 120 personas" para decidir cobre reducidos montantes económicos, algo en lo que la Junta "debe jugar un papel importante".