jueves, 17 de noviembre de 2016

¿Fusiones difíciles?, es mejor solo que mal acompañado


Hasta no hace mucho, los expertos auguraban que el inicio de una nueva ronda de fusiones bancarias no se iniciaría hasta que se hubiera creado un nuevo Gobierno. Con Rajoy de nuevo al frente del Ejecutivo, las prisas pasan a un segundo plano y todos esperan a que haya datos al cierre del actual ejercicio antes de dar cualquier paso. Tanto la renovación interna del Popular como la decisión que el FROB adopte sobre Bankia y BMN serán determinantes ante cualquier movimiento.
Casi ningún banco, con la ex­cep­ción de Bankinter (el único cuyas ac­ciones au­mentan desde pri­meros de año), des­carta en­trar en algún mo­vi­miento cor­po­ra­tivo que pueda sur­gir. Eso sí, las po­ten­ciales fu­siones o in­te­gra­ciones se di­visan con cierta pers­pec­tiva y no al más corto plazo, como se suele su­gerir desde los su­per­vi­sores (Banco de España y Banco Central Europeo).
A tan sólo mes y medio para que se cie­rren las cuentas anua­les, la ma­yoría de los res­pon­sa­bles en banca es­peran a una foto de­fi­ni­tiva de la si­tua­ción de sus com­pe­ti­dores y cuáles de ellos ofrecen mayor atrac­tivo para afrontar algún acer­ca­miento. La pre­sión ac­tual no es igual que en los duros años de la crisis y cual­quier ope­ra­ción debe tener un en­caje em­pre­sa­rial pleno.
Esos son los ar­gu­mentos que es­gri­men, desde hace me­ses, los di­rec­tivos de la banca es­pañola, más cen­trados en me­jorar la efi­ciencia y la ren­ta­bi­lidad con pro­cesos in­ternos que con ope­ra­ciones cor­po­ra­tivas que no siempre su­ponen un avance sig­ni­fi­ca­tivo en esas va­ria­bles ahora tan mi­ra­das.
Como se ha com­pro­bado en el pa­sado más re­ciente, la suma de dos bancos no con­duce de ma­nera in­me­diata a una en­tidad más fuerte y es­ta­ble. Incluso, ha ocu­rrido todo lo con­trario en al­gunas fu­siones casi im­puestas a la fuerza por la si­tua­ción de al­guno de ellos, tanto en ra­tios como en re­sul­ta­dos.
Tal vez por ello, la pru­dencia se ha apo­de­rado de los res­pon­sa­bles de los bancos es­paño­les, que pre­fieren es­perar a tener un pa­no­rama des­pe­jado en todos los as­pec­tos. Y no sólo en el po­lí­tico, que hasta el mo­mento se es­grimía como la mayor in­cóg­nita para abordar cual­quier ope­ra­ción.
Casos pen­dientes
Durante las re­cientes pre­sen­ta­ciones de los re­sul­tados del tercer tri­mestre (el menos atrac­tivo, en teo­ría, por su con­di­ción de es­ta­cio­na­lidad ve­ra­nie­ga), dos asuntos se han cru­zado ante el fu­turo a medio plazo del sector fi­nan­ciero es­pañol. Por un lado, el fu­turo con­junto o por se­pa­rado de las dos en­ti­dades na­cio­na­li­za­das, Bankia y BMN, así como la re­mo­de­la­ción in­terna del Popular.
La ma­yoría de los di­rec­tivos de los bancos han pro­tes­tado ante la po­si­bi­lidad de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) opte por la in­te­gra­ción de BMN en Bankia. La pe­ti­ción ge­ne­ra­li­zada es que se opte por una li­bertad de mer­cado sobre el fu­turo de las dos en­ti­dades aún na­cio­na­li­za­das.
Precisamente, BMN aún no ha dado a co­nocer sus re­sul­tados del tercer tri­mes­tre, algo que se es­pera con cierta an­siedad en al­gunos círculos para poder eva­luar su in­terés por el grupo que se creó bajo el li­de­razgo de la Caja Murcia pre­si­dida por Carlos Egea. No obs­tante, cual­quier de­ci­sión se adop­taría con las cuentas a fi­nales del ac­tual ejer­ci­cio, según al­gunas fuentes con­sul­ta­das.
Por su parte, el Popular se en­cuentra en el punto de mira de todo el sector por su pro­ceso de re­es­truc­tu­ra­ción in­terno. Tanto su pre­si­dente, Ángel Ron, como el nuevo con­se­jero de­le­gado, Pedro Larena, reiteran de ma­nera cons­tante que la se­gre­ga­ción del ne­gocio ban­cario sano del lastre in­mo­bi­lia­rio, junto a la re­duc­ción de red y plan­ti­lla, ga­ran­tizan su in­de­pen­den­cia.
Las dudas sobre un Popular en so­li­tario se re­flejan en los mer­ca­dos, con un ataque con­tinuo de los fondos ba­jistas contra su co­ti­za­ción. La po­si­ción agre­gada de los cortos se apro­xima al 8%. Sus ac­ciones pierden más de un 70% desde pri­meros de año y se en­cuen­tran en mí­nimos his­tó­ri­cos. Su cas­tigo casi du­plica al que sufre Liberbank (48%), el único banco co­ti­zado que está fuera del se­lec­tivo es­pañol.
José Luis Marco

Bancos que crecen en margen de clientes.

Márgenes de clientes (lo que obtienen por sus créditos menos lo que pagan por sus depósitos)

Bankia, con un 1,41%, registra el menor diferencial, y Popular y Santander son los que más caen respecto del año pasado.
El actual entorno de tipos próximos a cero y negativos está suponiendo una presión sin precedentes para las cuentas de resultados de los bancos españoles. Los ingresos cada vez menores por los préstamos no acaban de verse compensados por los ahorros en la remuneración de los depósitos, de forma que los márgenes se están estrechando. El último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España estima que éstos se han reducido en los primeros seis meses del año un 9,4% respecto al mismo periodo de 2015.
Los últimos resultados correspondientes al tercer trimestre del año muestran que la tendencia de rentabilidad decreciente, de forma general, se ha mantenido en los bancos españoles. De las principales entidades, tan solo Bankinter, CaixaBank y Banco Sabadell han conseguido registrar incrementos en sus márgenes de clientes (lo que obtienen por sus créditos menos lo que pagan por sus depósitos) durante los nueve primeros meses de 2016.
El mayor crecimiento en su spread de cliente durante el último año lo obtiene Sabadell. El banco presidido por Josep Oliu registra en septiembre un 2,60% de margen de clientela excluyendo el efecto de la adquisición del británico TSB, lo que supone una subida del 5,2% en tasa interanual. Cabe señalar que este indicador cae ocho centésimas (desde el 2,68%) respecto al segundo trimestre del año, lo que no impide que el banco catalán siga siendo el que presenta una mayor rentabilidad en este aspecto.
Tras Sabadell es Bankinter el que más crece en un año (un 4,4%) tras alcanzar un margen de clientes del 1,71% en los nueve primeros meses de 2016. CaixaBank es la otra entidad que registra una mejora en la rentabilidad obtenida por sus clientes. Aunque es una evolución positiva mínima, el banco presidido por Jordi Gual mejora un punto básico en su margen de clientela, ascendiendo hasta el 2,04% respecto al mismo trimestre del año pasado.

BBVA se queda igual

BBVA, con un 1,83%, ni avanza ni retrocede aparentemente en el último año tomando como referencia su negocio en España, si bien cabe destacar que mejora su rentabilidad por cliente en ocho puntos básicos (desde el 1,75% de junio). Aparte del banco presidido por Francisco González, el resto de entidades muestran caídas interanuales, lo que muestra lo complicado que puede ser el entorno de tipos próximos a cero.
El banco con peor comportamiento en su margen de clientes durante el último año ha sido Popular. La entidad presidida por Ángel Ron cae un 11,3% desde septiembre de 2015 y se sitúa en un 2,27%, por lo que pierde el primer puesto logrado el año pasado como institución bancaria que sacaba más rentabilidad de su clientela.
Tras Popular, es Banco Santander el que constata una mayor bajada en el margen de clientes de su negocio en España. En concreto, desciende un 10,2% entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016, dejando su spread en el 1,57%, lo que le coloca como uno de los más bajos del sector bancario español. La política de alta remuneración de la Cuenta 1,2,3 es una de las causas que explicarían este descenso en el mayor banco español.
De entre los bancos que proporcionan datos también caen, aunque por debajo de los dos dígitos, Kutxabank y Bankia. La antigua caja vasca retrocede un 8,1% en el último año, mientras que el banco nacionalizado lo hace un -4,1%, dejando su margen de clientes en el 1,41%, el más bajo de todas las entidades analizadas. Cuestión aparte es el caso de Liberbank, que proporciona en sus cuentas el dato de margen comercial minorista recurrente. La entidad cae un 6,8% en tasa interanual, y registra un spread del 1,49%.
En este contexto de márgenes en mínimos, ¿qué queda? Recortar gastos, tal y como ha apuntado el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera. "En este contexto de márgenes deprimidos que, previsiblemente, se prolongue en el tiempo, es de esperar que las entidades perseveren en sus esfuerzos por aumentar la eficiencia mediante la reducción de sus costes, a la vez que exploren fuentes alternativas de recursos".
NICOLÁS M. SARRIÉS

Extender la pensión privada obligatoria a todos los trabajadores, propuesta de la banca

Las patronales del seguro y de fondos de inversión proponen un sistema similar al que ya está en vigor en Reino Unido e Irlanda. Allí, sólo una tercera parte de las empresas ofrecían pensiones a sus trabajadores, por lo que había un amplio porcentaje de ciudadanos que quedaban fuera del sistema. Ahora, todas las empresas tienen ahora la obligación de proporcionar un plan de pensiones para sus trabajadores y están obligadas a contribuir a ese plan de empleo
El sistema público de pensiones de España está en el epicentro del debate político. La hucha se vacía según transcurren los meses y la factura a desembolsar es cada vez mayor, mientras el mercado laboral no genera los ingresos suficientes para poder mantener el sistema tal y como está establecido en la actualidad. Mientras en el Congreso de los Diputados comienzan las negociaciones para definir una nueva normativa en busca de la sostenibilidad perdida, las patronales del seguro y de los fondos de inversión plantean algunas alternativas. Por ejemplo, un sistema privado cuasi obligatorio similar al que ya funciona en Reino Unido o Irlanda. 
Expertos de primer nivel en los modelos de pensiones de estos países, Alemania y Suecia, han compartido su experiencia y visión sobre las medidas aplicadas que, en todos los casos, combinan los ingresos por pensiones públicas con sistemas privados a través de las empresas. Lo han hecho durante un foro organizado por la entidad financiera Ibercaja y el diario ‘Cinco Días’.
En ésta ocasión han sido analizadas distintas opciones de reforma del sistema de pensiones desde la experiencia de otros países europeos, que han atravesado circunstancias similares a las de España en décadas pasadas. En su opinión, para hacer sostenible nuestro estado de bienestar, hay que abordar tres líneas de trabajo: ampliar la capacidad de crecimiento de nuestra economía, para que las tasas de actividad, empleo y recaudación de cotizaciones sociales sean superiores; revisar y adecuar a las coordenadas actuales y futuras el sistema público de reparto actual; y fomentar la cultura del ahorro a largo plazo entre los ciudadanos, con especial incidencia en los sistemas complementarios privados de pensiones.
Matthew Blakstad, Head of Insight Unit, NEST Corporation (National Employment Savings Trust), ha introducido el modelo inglés; Tabea Bücher-Koenen, jefe de la Unidad de Pensiones y Política Social del Max-Planck Institute for Social Law and Social Policy, ha descrito el modelo alemán; y, por último, Edward Palmer, Profesor Emérito en el Departamento de Economía de la Universidad de Uppsala y Senior Fellow en el Uppsala Center for Labor Studies, se ha encargado de acercar las bondades del sistema sueco.
Mattehew Blaskstad comentó el sistema cuasi obligatorio puesto en marcha en Reino Unido. Según explicó este experto, el sistema nacional de pensiones en Reino Unido tenía un perfil más asistencial que realmente un sistema público de pensiones, por lo que los ciudadanos dependían de planes de pensiones privados. En cualquier caso, sólo una tercera parte de las empresas ofrecían pensiones a sus trabajadores, por lo que había un amplio porcentaje de ciudadanos que quedaban fuera del sistema.
En Reino Unido, todas las empresas tienen ahora la obligación de proporcionar un plan de pensiones para sus trabajadores y están obligadas a contribuir a ese plan de empleo. En este modelo, el trabajador es quién puede decidir no acogerse a uno de estos planes. Por tanto, según explicó Blakstad, es un modelo cuasi obligatorio y de autoadhesión. Este sistema pretende que la contribución de las empresas y los empleados se sitúe alrededor del 8% en los próximos años.
El sistema germano, denominado Plan Reister, también combina la pensión pública con el ahorro privado, y se potencia a través de incentivos la participación de los ciudadanos. De este modo, la inversión de los alemanes en un plan privado cuenta con la subvención con una deducción fiscal o una cantidad en efectivo (para la gente con menos ingresos). Según el método, el 78% de los hogares alemanes compensarían la caída de las pensiones participando de este nuevo modelo.
Finalmente, Edward Palmer ha presentado el sistema sueco, en el que las empresas tienen la obligación de ofrecer un plan de pensiones a sus trabajadores y los empleados están, también, obligados a suscribirlo. El modelo sueco ha influido en otros países que han copiado este sistema y ha supuesto la creación de cuentas virtuales, con dos grandes ventajas: la transparencia y que el pensionista recibe lo que ahorra, lo que también supone la combinación del sistema de reparto, con el sistema de capitalización y de forma obligatoria. En el modelo sueco, cada trabajador tiene una cuenta individual en la que se anotan las contribuciones realizadas tanto por él como por la empresa. El saldo de esa cuenta nacional representa el derecho acumulado de pensión futura.
Raúl Martín

martes, 15 de noviembre de 2016

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El adiós a los derechos consolidados

“Señor, le recuerdo que este tipo de operaciones las puede hacer en el cajero”. Así me contestó un joven empleado de banca cuando recientemente me acercaba a una sucursal a realizar una determinada operación. No contesté; pero que sí que pensé que en el fondo ese joven igual ya no está la próxima vez que vaya. Le habrá sustituido un cajero automático o un ordenador.

Lo más llamativo, es que luego se empleó en explicar lo mismo a una mujer de unos 80 años que no ha utilizado ni piensa utilizar el cajero en su vida. Esa es la banca que rescatamos, con el dinero de todos, y que ha visto esfumar miles de millones de euros. Esa es la banca que según el Gobierno, en una mentira más, iba a devolver hasta el último céntimo del rescate.


Cuando yo era niño y vivía en la calle Barrio y Mier, los empleados de banca formaban cuadrillas y se iban de vinos al término de su jornada laboral. Pasaban por el Alaska, el Jauja, La Solera, El Grajal… ¡Qué bien viven estos de la banca! Pensaban muchos con envidia. Ahora se puede ver alguna céntrica oficina bancaria a las nueve de la noche, con las persianas medio echadas y una tenue luz interior. Dentro, en horario que no tiene límites, hay empleados trabajando. En su mayoría jóvenes que se han llevado el tupperware al trabajo y que van a comisión.


Esta es la sociedad que estamos creando. Una sociedad deshumanizada en la que nada importan la señora de 80 años que no sabe manejar el cajero; y mucho menos el empleado cuya jornada laboral no tiene límite por un sueldo que es indigno. Y este ejemplo, el de la banca, lo podemos trasladar a otros sectores. Construcción, hostelería, medios de comunicación, industria… nos estamos dejando los derechos por el camino. Derechos consolidados a través de la lucha de varias generaciones y de la sangre, sudor y lágrimas de quienes nos antecedieron. En las empresas ya no interesan los empleados con derechos.

Lo importante es que el paro baje, como en una especie de competición en la que el Gobierno de turno se coloca medallas. ¿Qué más da si gran parte del empleo que se crea es basura? ¿Qué importa que más de la mitad de palentinos en situación de desempleo no perciba ningún tipo de prestación? ¿A quién le preocupa que la mayoría de los contratos sean indecentes? Lo importante son los números, no las personas. Aquellos tiempos en los que te podías permitir ir de vinos se están acabando.


¡Bastante tienes con llegar a fin de mes! Sin duda, la clase media está a punto de pasar a los museos, como muestra de lo que fueron mejores tiempos para los trabajadores.

Juan Francisco Rojo